Título: Nada.
Autor/a: Janne
Teller.
Género: Drama.
Año de publicación: 2011
Sinopsis: Pierre
Anthon deja el colegio el día que descubre que la vida no tiene sentido. Se
sube a un ciruelo y declama a gritos las razones por las que nada importa.
Tanto desmoraliza a sus compañeros, que deciden reunir objetos esenciales con
el fin de demostrarle que hay cosas que dan sentido a quienes somos. En su reto
arriesgarán parte de sí mismos y descubrirán que sólo al perder algo se aprecia
su valor. Pero entonces puede ser demasiado tarde.
No. de páginas: 158
Bueno, el libro es
bastante corto así que cualquier cosa que diga podría ser un spoiler. Por esto,
la reseña no será muy larga xD
La historia comienza con
Pierre, un chico que de un día a otro deja la escuela al no encontrar sentido
en nada. Según él, no existe ningún significado en nada. Esta conducta
nihilista es lo que obliga a sus compañeros de clase a demostrarle que sí hay
cosas que valen la pena.
Los jóvenes chicos (nada
más que adolescentes) se embarcan en una especie de misión por hallar “el
significado” tanto para probarle a Pierre, y a ellos mismos, que está
equivocado. Sobra decir que el libro contiene frases excelentes, en más de una
ocasión te hacen dudar sobre la verdad que uno tiene acerca del valor de
nuestra vida (y lo que ocurre en ella, por supuesto).
Con personajes que, lejos
de ilusos, me parecieron más bien asustados de la verdad que contienen las
palabras de Pierre. Y, debo aceptarlo, yo también sentí cierto temor. Hay una continua lucha entre la esperanza y
el desinterés que te encuentras a ti mismo en medio de la angustia por lo que
pasará después.
Ya lo dije antes, así que
evitaré cualquier posible spoiler. Los propios chicos comienzan con objetos sin
sentido y más adelante alcanzan una determinación escalofriante. Para la recta
final del libro, consiguen un cambio que, lejos de ser gratificante, en
realidad solo te causa más ansiedad (y asco. En ocasiones).
Debo admitir que el
comienzo fue un poco incómodo, pues no estaba acostumbrada al estilo de
narración de Teller. La historia la narra Agnes, pero no se centra en ella, más
bien queda como una simple espectadora ante lo que ocurre entre sus amigos y
Pierre (incluso otros personajes, como Sofie o Jan-Johan tienen más participación),
algo que nos hace simpatizar con ella. Todos los chicos (que no pasan de los
quince, según recuerdo) poseen ciertas características que los hacen únicos y
fáciles de diferenciar.
La trama arranca un poco
lenta, con el problema de Pierre trepado sobre un árbol de ciruelas y la manera
en que irrita a sus compañeros con sus reflexiones, pero desde que el grupo se
reúne para juntar el significado, las páginas pasan volando. Así que podría
decirse que la trama sube en picado.
No sé más qué decir,
excepto la genialidad del final. Una mezcla agridulce, que encaja perfectamente
con la trama que ya se nos ha presentado. Un broche de oro (aunque uno bastante
doloroso). ¡Lo recomiendo definitivamente!
Calificación: 5/5
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